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La Junta Directiva en una Empresa Familiar

La Junta Directiva, también conocida como Consejo de Administración, es una parte crucial en el funcionamiento de una empresa familiar.

La Junta Directiva, también conocida como Consejo de Administración, es una parte crucial en el funcionamiento de una empresa familiar.  Está formada por un grupo de personas que desempeñan un papel clave en la toma de decisiones de la empresa.  El número de miembros suele ser entre tres y siete, dependiendo de la complejidad de la empresa y de la familia propietaria.  La Junta Directiva debe ser diversa, incluyendo miembros de la familia, consejeros externos y, en algunos casos ejecutivos de la empresa.

Es importante que los miembros de la familia que formen parte de la Junta Directiva sean elegidos en función de sus habilidades y competencias.  Los consejeros externos son nombrados por el Consejo de Familia, su presencia es fundamental para traer una perspectiva objetiva y habilidades adicionales a la mesa.  Una Junta Directiva que solo incluye a miembros de la familia tiende a ser menos efectiva que una que incorpora consejeros externos.

El gerente general y, en ocasiones, otros ejecutivos como el director financiero, deben participar en la Junta Directiva para garantizar una comunicación eficaz y la disponibilidad de información relevante.

La Junta Directiva desempeña cinco funciones clave en una empresa familiar:

Apoyo a la Gerencia

La Junta Directiva asesora y respalda a la dirección de la empresa.  Al estar menos inmersos en las operaciones diarias, los directores pueden identificar aspectos que los gerentes a menudo pasan por alto.  Su papel incluye ayudar en la definición de la estrategia, desarrollo del equipo gerencial, gestión del riesgo y evaluación de proyectos.

Supervisar el desempeño Gerencial

Otra función vital es monitorizar el desempeño de la gerencia.  Esto significa garantizar que el equipo gerencial sea competente y que siga la dirección deseada por la familia propietaria.  Un control adecuado es esencial, especialmente cuando el gerente general no es el único propietario.

La Junta Directiva debe encontrar el balance correcto entre control y asesoramiento, ya que mucho control puede afectar la capacidad de asesoramiento y viceversa.

Desarrollo de Recursos y Capacidades

Desarrollar los recursos y las capacidades para gestionar eficazmente una empresa no es tarea fácil.  Le corresponde a la Junta Directiva asegurar que la empresa desarrolle y mantenga recursos y capacidades sostenibles.  Esto implica reducir la dependencia del fundador y fomentar la gestión basada en criterios profesionales.  También implica la formación de un equipo gerencial fuerte que pueda mantener la empresa en el futuro.

Sucesión Gerencial

Al Consejo de Familia le corresponde liderar la sucesión en la propiedad, y a la Junta Directiva le corresponde gestionar la transición en la dirección de la empresa familiar.  Esto es importante para evitar una transición abrupta de poder y garantizar la continuidad del liderazgo empresarial.

Creación de Límites para la Familia

La Junta Directiva actúa como un límite para la influencia de la familia en la empresa, asegurando que las decisiones se tomen con base en la lógica empresarial en lugar de intereses familiares.  Los directores deben representar a toda la familia propietaria y no a grupos específicos.

En resumen, la Junta Directiva desempeña un papel esencial en una empresa familiar.  Su composición diversa y sus funciones clave garantizan la toma de decisiones informadas y la gestión efectiva de la empresa.  No todas las empresas familiares necesitan una Junta Directiva altamente funcional, pero es importante adaptar su nivel de funcionalidad a las necesidades específicas de cada empresa.

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