empresa familiar

“Esta empresa no es mía…es para mis hijos”

¿Cómo hacer para que los hijos se interesen por la empresa familiar, sin limitarles la libertad de escoger el rumbo de su propio futuro?

“Esta empresa será suya en el futuro, he trabajado arduamente durante muchos años para que usted herede y dé continuidad a este negocio…” Mensajes similares a este son frecuentes entre padres y madres de familia y sus hijos e hijas.  Palabras que salen del corazón pero que pueden producir mucho daño, y más bien provocar que los hijos eviten relacionarse con la empresa familiar.


¿Cómo hacer para que los hijos se interesen por la empresa familiar, sin limitarles la libertad de escoger el rumbo de su propio futuro?
En primer lugar, es importante que la familia defina sus valores fundamentales. Estos valores fundamentales son la base para el desarrollo de planes familiares y empresariales sólidos. Conocer, examinar y cuestionar los valores que tienen en común, le podrá ayudar a cada individuo a relacionarse y desarrollar un propósito compartido junto al resto de los miembros de la familia. De igual forma, les permitirá decidir de forma individual, si se quiere o no continuar con el proyecto de la familia.

Es fácil encontrarse con situaciones donde los valores fundamentales de la primera generación son distintos a los de la segunda generación. Lo cual hace que, la continuidad de la empresa familiar sea un proyecto difícil de alcanzar. Ahí radica la importancia de que se logre como un grupo unido, establecer cuales son los valores que los guiarán en el futuro.

En segundo lugar, lograr que la familia tenga una visión compartida, que todos sueñen con un futuro similar, es uno de los ingredientes principales para planificar la continuidad de la empresa familiar con éxito. Una visión compartida inspira a cada uno de los miembros a trabajar fuertemente y a superar los obstáculos que se encuentren en el camino hacia el logro de las metas y objetivos.

  
Además, facilita el alineamiento de la estrategia empresarial, la planificación del patrimonio y la capacitación de los futuros líderes familiares. Desarrollar una visión compartida no es tarea sencilla; toma tiempo, algunas veces años. Cada miembro de la familia debe conocer cuál es su sueño individual, cuál es su propia visión del futuro; principalmente debe sentir la libertad de perseguir ese sueño y de comunicarlo al resto de la familia, sin verse perjudicado por hacerlo. Es lógico y normal que los sueños individuales de cada familiar sean diferentes uno del otro; la esperanza es que contengan algunas similitudes, puntos de encuentro que les permitan desarrollar una visión compartida.


Lograr definir los valores fundamentales y la visión compartida en una empresa familiar dependerá de diferentes factores. Por ejemplo, no sería de extrañar que los hijos visualicen su futuro lejos de la empresa familiar, si durante su niñez la empresa familiar fue una fuente de conflicto y alto estrés para papá y mamá. Las familias que han logrado planificar la continuidad de la empresa familiar con éxito comprenden que la sucesión no es un evento puntual en el tiempo sino un proceso a lo largo de la vida que involucra a toda la familia.


Un paso fundamental para aumentar las probabilidades de que los hijos se interesen por el negocio familiar es darles el espacio y la libertad para que expresen sus aspiraciones y sueños futuros. En las conversaciones de familia, los padres pueden comunicar a los hijos su visión, mostrando pasión y entusiasmo por la empresa familiar. Principalmente, asegurándose que sus acciones sean consecuentes con el mensaje que dan a los hijos. 


Según la revista Forbes, más de 90% de las empresas en México considera que un plan de sucesión es vital para darle continuidad a los negocios y que la empresa no pierda su valor, sin embargo, solo 16% dijo contar con uno. Algo similar sucede en el resto de Latinoamérica donde a muchos líderes de empresas familiares se les dificulta conversar y planificar la continuidad. Esperanzados de que con el mensaje “esta empresa será suya en el futuro…” será suficiente para motivar y atraer a sus hijos al negocio familiar.

 

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